Desde Santiago, Chile – La decepción se ha apoderado de Chile después de que la FIFA tomara la sorprendente decisión de otorgar la sede del Mundial 2030 a España, Portugal y Marruecos, excluyendo a Chile de la lista de anfitriones. La noticia también incluyó la asignación de las fechas inaugurales a Uruguay, Argentina y Paraguay, dejando a Chile fuera de la fiesta futbolística. Esto resultó ser un duro golpe para un país que había estado comprometido en el proyecto de llevar la Copa del Mundo a Sudamérica.
La exclusión de Chile en la candidatura conjunta sorprendió a todos los sectores de la sociedad chilena. Tanto las administraciones anteriores, como la del expresidente Sebastián Piñera y la actual bajo el mandato de Gabriel Boric, habían respaldado la iniciativa de acoger el Mundial 2030. Sin embargo, la decisión de la FIFA tomó por sorpresa a todos, incluido el gobierno chileno.
Gabriel Boric, el presidente de Chile, quien se encontraba de visita en la ciudad de La Serena cuando se anunció la decisión, no ocultó su descontento. En una declaración, el mandatario afirmó: “Esta no es una decisión en la que el gobierno haya pecado de algún tipo de negligencia, es una decisión propia de la FIFA”. Boric también reveló que, tras enterarse de la decisión, se comunicó telefónicamente con los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, y de Paraguay, Santiago Peña, en busca de una explicación sobre el extraño mecanismo por el cual la FIFA distribuyó la organización del torneo.
El presidente chileno enfatizó que la exclusión de Chile del Mundial 2030 no se debió a ninguna falta de diligencia por parte del Gobierno y lamentó que “haya instituciones que funcionen de manera poco seria y sorpresiva”. Boric aseguró que Chile hará valer todos los derechos que le correspondan y que no permitirá que se juegue con la integridad nacional ni el nombre del país.
La noticia de la exclusión de Chile ha generado una ola de comentarios en todo el país. Los amantes del fútbol se muestran consternados por la decisión de la FIFA, considerando que Chile había demostrado un genuino interés en ser parte de la organización de la Copa del Mundo. Los debates en los medios de comunicación y en las redes sociales han sido intensos, con muchas voces expresando su descontento y desconcierto.
Además de la desilusión en el ámbito deportivo, la exclusión de Chile del Mundial 2030 también plantea preguntas sobre los procesos de toma de decisiones en organizaciones como la FIFA. La falta de transparencia y la aparente falta de consulta a los países candidatos han dejado a muchos con la sensación de que algo no anda bien en el mundo del fútbol.
En resumen, la exclusión de Chile del Mundial 2030 ha dejado a todo el país con un amargo sabor de boca. A pesar de los esfuerzos y el compromiso de las administraciones pasadas y presentes, Chile no formará parte de la celebración futbolística más grande del mundo en 2030. La FIFA, como ente rector del fútbol mundial, enfrenta cuestionamientos sobre su proceso de toma de decisiones y la falta de claridad en la selección de los anfitriones. Chile, por su parte, promete defender sus derechos con determinación y no permitir que se juegue con su integridad nacional.
