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Has llegado a la edición de ESPN Deportes. Quedarse en el sitio actual o ir a edición preferida. Deseo sobre tela. La obra nos presenta la confianza en el líder de un proyecto para la Selección Argentina, estampada con letras negras sobre el manto sagrado celeste y blanco. La frase es contundente y va contra la corriente de la búsqueda inmediata del resultado: “Bielsa, el tiempo te dará la razón”, con la firma de Colo, Emi y Pablo.
Ese grupo de tres amigos está fuera de contexto. Argentina había quedado eliminada en la primera fase del Mundial Corea-Japón 2002 y, con la continuidad de Marcelo Bielsa como director técnico, afrontaba la primera fecha de las Eliminatorias Sudamericanas contra Chile en el estadio Monumental meses después de aquel empate contra Suecia en Asia.
Marcelo Bielsa, conocido cariñosamente como “El Loco”, siempre ha sido un entrenador que va más allá de los simples resultados en el mundo del fútbol. Su enfoque en el desarrollo de jugadores, su énfasis en el juego limpio y su pasión por el deporte lo han convertido en una figura icónica en la historia del fútbol argentino.
Antes del partido de Argentina y Uruguay por la quinta fecha de las Eliminatorias en La Bombonera, se dio un emocionante saludo entre Marcelo Bielsa, hoy entrenador de la Celeste, y Pablo Aimar, ayudante de campo de Lionel Scaloni, estratega de la Albiceleste. El cordobés de Río Cuarto sorprendió al rosarino y se dio el cálido y emotivo reencuentro.
Bielsa iba derecho hacia el banco de suplentes cuando Aimar se le cruzó y lo saludó. “Pablito, amigo mío, te veo triunfar, hermoso. Lo mejor”, le dijo Bielsa. “Me alegro mucho”, le dijo dos veces el Loco, que escuchó con mucha atención primero lo que le susurró el ex enganche, que no pudo ser captado por la transmisión.
Este gesto de camaradería y apoyo entre Bielsa y Aimar refleja el tipo de líder que es Marcelo Bielsa. Más allá de los resultados en el campo, su legado se basa en la conexión humana y el impacto positivo que ha tenido en las vidas de quienes han tenido la suerte de trabajar con él.
Durante su tiempo como entrenador de la Selección Argentina, Bielsa dejó una marca indeleble en el equipo y en el país. Su estilo de juego ofensivo y su filosofía de trabajo duro inspiraron a una generación de futbolistas argentinos. Jugadores como Lionel Messi, Javier Mascherano y Juan Román Riquelme, entre otros, fueron influenciados por las enseñanzas de Bielsa.
Pero más allá de su influencia en el terreno de juego, Bielsa también se destacó por su ética de trabajo y su integridad. Siempre ha sido un defensor de los valores del deporte, promoviendo el juego limpio y la honestidad en el fútbol. Su compromiso con el desarrollo de jóvenes talentos también es evidente en su legado.
El tiempo ha demostrado que Bielsa estaba en lo correcto cuando se trataba de su enfoque en el fútbol. A pesar de las críticas y las presiones por resultados inmediatos, su visión y su filosofía han perdurado en el tiempo. Sus equipos han dejado una huella imborrable en la historia del fútbol argentino y mundial.
En un deporte donde a menudo se valora más el resultado que el proceso, Marcelo Bielsa es un recordatorio de que el fútbol es mucho más que ganar o perder. Es un deporte que puede inspirar, unir a las personas y enseñar lecciones valiosas sobre trabajo en equipo, dedicación y perseverancia.
En resumen, el legado de Marcelo Bielsa en la Selección Argentina va más allá de los resultados en el campo. Su influencia en el desarrollo de jugadores, su ética de trabajo y su compromiso con los valores del deporte son aspectos que perdurarán en la memoria de todos los amantes del fútbol argentino. “Bielsa, el tiempo te dará la razón”, y su legado seguirá inspirando a las generaciones futuras de futbolistas y entrenadores en Argentina y en todo el mundo.