En un destacado discurso en la 78ª Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, el presidente chileno Gabriel Boric hizo un llamado enérgico a Estados Unidos para que ponga fin a las sanciones unilaterales impuestas a Venezuela y Cuba. Boric, conocido por su postura de izquierda, aprovechó esta plataforma global para expresar su preocupación por las penalizaciones económicas contra el régimen de Maduro y la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo por parte de Washington.
El mandatario chileno, en un tono profesional y firme, destacó que estas sanciones no solo son injustas, sino que también “nos violentan”. En su discurso, subrayó la importancia de buscar soluciones pacíficas y diplomáticas para abordar los problemas globales y criticó las medidas unilaterales que, según él, solo empeoran la situación en la región.
Boric, al tiempo que abogaba por el fin de las sanciones, también aprovechó la oportunidad para condenar lo que él llamó el “régimen dictatorial” de Ortega y Murillo en Nicaragua. Esta crítica se ha convertido en una constante en sus discursos, donde resalta la importancia de defender la democracia y los derechos humanos en la región.
En su intervención ante la Asamblea General de la ONU, Boric enfatizó que la tarea más urgente que enfrenta la comunidad internacional es la defensa de la democracia y la lucha contra los peligros que la amenazan. Uno de los mayores desafíos que mencionó fue el totalitarismo de la desinformación, que ha ganado terreno en la era digital y puede socavar la estabilidad democrática de las naciones.
El presidente chileno destacó la importancia de promover una información veraz y de calidad como un medio para contrarrestar la desinformación y fortalecer la democracia. Hizo un llamado a la cooperación internacional para desarrollar estrategias conjuntas que aborden esta amenaza global.
Boric también subrayó la necesidad de abordar los problemas globales de manera multilateral y mediante el diálogo diplomático. En este contexto, enfatizó que las sanciones económicas y las medidas unilaterales no son el camino hacia la solución de los conflictos. En lugar de eso, abogó por el diálogo y la negociación como las herramientas más efectivas para resolver disputas y diferencias entre naciones.
La posición de Gabriel Boric refleja la postura de muchos líderes de América Latina y otras partes del mundo que han cuestionado las sanciones económicas como un enfoque efectivo para promover el cambio político. Argumentan que estas medidas a menudo afectan negativamente a la población civil y pueden tener consecuencias humanitarias graves.
En el caso de Venezuela, las sanciones han contribuido a la crisis económica y humanitaria que enfrenta el país, lo que ha llevado a la migración de millones de venezolanos en busca de mejores condiciones de vida en otros lugares. Boric, al igual que otros líderes regionales, sostiene que es necesario buscar soluciones políticas y diplomáticas para resolver la crisis en lugar de imponer sanciones económicas que afectan a la población.
En cuanto a Cuba, la inclusión en la lista de países patrocinadores del terrorismo por parte de Estados Unidos ha sido objeto de controversia durante mucho tiempo. La medida ha sido criticada por muchos países que ven esta designación como política y no fundamentada en pruebas concretas de apoyo al terrorismo.
En resumen, el discurso del presidente chileno Gabriel Boric en la Asamblea General de la ONU destacó la importancia de la diplomacia y el diálogo en la resolución de conflictos internacionales y abogó por el fin de las sanciones unilaterales contra Venezuela y Cuba. Además, llamó la atención sobre el desafío que representa el totalitarismo de la desinformación en la era actual y la necesidad de defender la democracia y los derechos humanos en todo el mundo.
