En una jornada donde la selección española de fútbol no tenía presión alguna, decidió llevar su entrenamiento desde Las Rozas a tierras chipriotas. A pesar de que el partido no tenía ningún impacto en su clasificación, los jugadores mostraron un rendimiento excepcional, ganando por 3-1 ante Chipre.
El entrenador Luis de la Fuente optó por alinear un once que incluía a jugadores menos habituales, lo que generó algunas opiniones divididas. Sin embargo, esta decisión demostró ser acertada, ya que los españoles dominaron el partido desde el principio.
El marcador se abrió temprano en el minuto 5 con un gol de Yamal. Esto fue seguido por un gol de Oyarzabal en el minuto 22 y otro de Joselu en el minuto 28. España tomó una ventaja de 3-0 en la primera mitad del partido, mostrando su superioridad en el campo.
En el segundo tiempo, Chipre logró marcar un gol en el minuto 75 con Pileas, pero no pudieron hacer más daño a la defensa española. El árbitro ucraniano Mykola Balakin amonestó a varios jugadores de ambos equipos durante el partido, reflejando la intensidad del juego a pesar de la falta de implicaciones significativas.
Uno de los aspectos más destacados del partido fue el rendimiento de los jugadores menos habituales de España. Jugadores como Yamal, Joselu y Zubimendi tuvieron la oportunidad de demostrar su valía en el equipo y no decepcionaron. Sus actuaciones sólidas contribuyeron en gran medida a la victoria de España.
El entrenador Luis de la Fuente destacó la importancia de dar oportunidades a jugadores menos experimentados en partidos como este. Subrayó que estos encuentros son una excelente oportunidad para evaluar el talento emergente y ampliar las opciones para futuros compromisos internacionales.
A pesar de que España ya había asegurado su clasificación para competiciones futuras, el enfoque y la dedicación mostrados por los jugadores en Chipre fueron evidentes. Esto demuestra el compromiso del equipo con el proceso de desarrollo y su deseo de seguir mejorando.
El partido también fue una oportunidad para que los fanáticos españoles disfrutaran del fútbol en vivo en un ambiente relajado y amigable. Aunque el resultado no tenía implicaciones importantes, los aficionados que asistieron al estadio chipriota apoyaron apasionadamente a su equipo.
En resumen, el partido entre España y Chipre fue una muestra de la profundidad del talento en la selección española de fútbol. A pesar de la falta de presión competitiva, los jugadores menos habituales demostraron su valía y llevaron al equipo a una victoria por 3-1. Esto subraya la importancia de brindar oportunidades a jugadores emergentes y seguir fortaleciendo el equipo de cara a futuros desafíos. España demostró que su compromiso con el desarrollo del fútbol no se detiene, incluso en partidos sin implicaciones inmediatas.