El mundo del arte se vistió de luto el pasado 15 de septiembre al conocer la triste noticia del fallecimiento de uno de los grandes maestros de la pintura y la escultura, Fernando Botero, a la edad de 91 años. Conocido por su estilo único y reconocible en todo el mundo, Botero dejó una huella imborrable en la historia del arte colombiano y global.
El impacto de esta pérdida resonó especialmente en Colombia, la tierra natal de Botero, donde se originó su carrera artística y donde su legado sigue vivo en cada rincón del país. A partir del viernes 22 de septiembre, se llevarán a cabo seis días de homenajes en su nombre, una muestra del profundo amor y respeto que Colombia siente por este icónico artista.
El velatorio de Fernando Botero se llevará a cabo en dos etapas. Inicialmente, su cuerpo será velado en Bogotá durante cuatro días, un tributo que permitirá a los colombianos despedirse de su amado maestro. La cámara ardiente estará instalada en el Capitolio Nacional desde el viernes 22 de septiembre hasta el domingo 24, tal como lo confirmó el presidente del Congreso, Iván Name.
Este primer acto de despedida en la capital colombiana será una oportunidad para que los admiradores de Botero, así como personalidades del mundo del arte y la cultura, puedan rendir homenaje a su legado y expresar sus condolencias a la familia del artista.
Después de los cuatro días en Bogotá, el cuerpo del maestro Fernando Botero será trasladado a Medellín, su ciudad natal y fuente de inspiración para muchas de sus obras más emblemáticas. En Medellín, el velatorio continuará durante otros cuatro días, brindando a los habitantes de la ciudad y a los visitantes la oportunidad de despedirse de uno de los más grandes artistas que ha dado Colombia.
El legado artístico de Fernando Botero trasciende las fronteras de Colombia y se extiende por todo el mundo. Sus obras, caracterizadas por la exageración de las formas y las figuras voluptuosas, han dejado una marca indeleble en la historia del arte contemporáneo. Sus pinturas y esculturas se exhiben en museos y galerías de renombre internacional, y su influencia se ha sentido en la obra de numerosos artistas contemporáneos.
Botero no solo era conocido por su estilo artístico distintivo, sino también por su compromiso con la cultura y el arte colombianos. Su generosidad se manifestó a través de donaciones de obras y recursos para la creación de museos y espacios culturales en Colombia. Su amor por su país natal y su deseo de compartir su arte con su gente son un testimonio de su profundo arraigo a sus raíces.
Durante los seis días de homenaje en Bogotá y Medellín, se espera la participación de figuras destacadas del ámbito artístico, así como la asistencia de amantes del arte de todas las edades. Este evento no solo será una ocasión para honrar la memoria de Fernando Botero, sino también para celebrar su legado y su contribución al enriquecimiento de la cultura colombiana y mundial.
En un gesto de respeto y admiración, la fotocomposición de Pulzo ha contribuido a la difusión de la noticia sobre el velatorio de Fernando Botero, utilizando imágenes de archivo de Getty y AFP. Esto refleja la importancia que tiene la figura de Botero en los medios de comunicación y cómo su obra ha dejado una huella imborrable en la historia visual de Colombia.
En resumen, la partida de Fernando Botero deja un vacío en el mundo del arte, pero su legado perdurará para siempre. Colombia se une en un emotivo homenaje a su hijo más ilustre, rindiendo tributo a un maestro que, a través de su arte, llevó la belleza y la singularidad de su país a cada rincón del mundo. Su cámara ardiente en Bogotá y Medellín será un lugar de encuentro para todos aquellos que deseen despedirse y celebrar la vida y obra de este inmortal artista colombiano.
