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La gigante energética Iberdrola se encuentra en el centro de la atención financiera debido a los desafíos que enfrentan dos de sus principales filiales internacionales: Avangrid y Neoenergia. Los resultados financieros de ambas compañías han registrado un retroceso en los nueve primeros meses del año, según los datos presentados ante los organismos reguladores de Estados Unidos y Brasil. Este artículo analizará en detalle los datos financieros y los factores que han contribuido a esta disminución en los beneficios de Avangrid y Neoenergia, mientras Iberdrola se mantiene sólida a pesar de estos obstáculos.
Avangrid, filial estadounidense de Iberdrola, ha experimentado un descenso en sus beneficios en el tercer trimestre de 2023. El beneficio neto consolidado GAAP de Avangrid se situó en 59 millones de dólares, o 0,15 dólares por acción, en comparación con los 105 millones de dólares, o 0,27 dólares por acción, del mismo período en 2022. Esto representa un declive significativo en su rendimiento financiero en un año. Si ampliamos el período a los nueve primeros meses de 2023, el beneficio neto consolidado de Avangrid fue de 389 millones de dólares, o 1 dólar por acción, en comparación con los 734 millones de dólares, o 1,90 dólares por acción, del mismo período en 2022.
El panorama financiero de Neoenergia, la filial brasileña de Iberdrola, también se presenta desafiante. Los datos indican que Neoenergia ha enfrentado dificultades en sus resultados durante el mismo período. Aunque los datos específicos para Neoenergia no se mencionan en el fragmento inicial, es evidente que la filial brasileña no ha estado exenta de las presiones financieras que afectan a su empresa matriz.
A pesar de estos desafíos financieros en sus filiales internacionales, Iberdrola, la empresa matriz, ha presentado un resultado financiero más sólido. Durante los nueve primeros meses del año, Iberdrola registró un beneficio neto de 3.637 millones de euros, lo que representa un impresionante incremento del 17,2% con respecto al mismo período del ejercicio anterior. Es importante destacar que este aumento fue aún más notorio, un 22,4% excluyendo el beneficio extraordinario derivado de la venta de parte del negocio en México. Esto demuestra que, a pesar de las dificultades que enfrentan sus filiales, Iberdrola se mantiene firme en su posición como líder en el sector energético.
Un aspecto relevante del éxito financiero de Iberdrola en este período es su resultado bruto de explotación (Ebitda). El Ebitda de la compañía, presidida por Ignacio Sánchez Galán, creció un impresionante 13,2%, situándose en los 10.783 millones de euros al cierre de septiembre. Este crecimiento se atribuye a varios factores, incluidos los mayores volúmenes de producción, el mayor factor de carga y la eficiencia operativa, junto con las menores compras de energía. Estos factores reflejan la capacidad de Iberdrola para gestionar eficazmente sus operaciones y optimizar sus recursos en un entorno empresarial desafiante.
Las inversiones brutas de Iberdrola también han sido significativas durante los últimos 12 meses, alcanzando los 10.842 millones de euros. Un aspecto destacado de estas inversiones es el crecimiento del valor del RAB (Regulatory Asset Base) en el negocio de redes. El RAB aumentó un 9% hasta alcanzar los 41.200 millones de euros. Esto refleja la inversión continua de Iberdrola en su infraestructura de redes eléctricas, lo que contribuye al fortalecimiento de su posición en el mercado.
A pesar de los desafíos enfrentados por Avangrid y Neoenergia, Iberdrola ha demostrado su resiliencia y capacidad para mantener un sólido rendimiento financiero. Este éxito se basa en parte en la diversificación de su cartera de negocios y en su enfoque en la eficiencia operativa. Además, la compañía sigue invirtiendo en infraestructura crítica, como las redes eléctricas, lo que le permite mantener su liderazgo en el sector energético.
En resumen, los resultados financieros de Iberdrola y sus filiales internacionales, Avangrid y Neoenergia, han presentado desafíos durante los nueve primeros meses del año. Mientras que las filiales han experimentado retrocesos en sus beneficios, Iberdrola ha logrado mantener un sólido desempeño financiero. Esto se debe a su enfoque en la eficiencia operativa, la diversificación de su cartera de negocios y su inversión continua en infraestructura. A pesar de los obstáculos, Iberdrola sigue siendo un actor destacado en el sector energético y se encuentra bien posicionada para superar los desafíos futuros.