La crisis migratoria en la selva del Darién, en la frontera entre Panamá y Colombia, ha alcanzado un punto crítico que ha llevado al Gobierno panameño a tomar medidas contundentes. En una rueda de prensa realizada el viernes 8 de septiembre, el Gobierno de Panamá anunció una serie de acciones destinadas a abordar esta situación sin precedentes, que incluyen la intensificación de las deportaciones, la reubicación de puntos de control y la implementación de medidas para reducir el impacto en las comunidades receptoras.
La funcionaria del Gobierno de Panamá informó que se llevará a cabo la intensificación de las deportaciones de migrantes que ingresan al país a través de la inhóspita selva del Darién. Esta medida se toma con el objetivo de frenar la creciente ola migratoria hacia Estados Unidos, que ha ejercido una presión significativa sobre las autoridades panameñas y ha generado preocupación por la seguridad y la salud en las comunidades de acogida.
Uno de los aspectos más destacados de las acciones anunciadas es la reubicación de los puntos de control y asistencia a migrantes en los pueblos del Bajo Chiquito y Canan Membrello, ubicados en la región del Darién. Esta medida busca evitar una crisis sanitaria y de seguridad en estas comunidades, que han experimentado un aumento en la llegada de migrantes en busca de mejores oportunidades en América del Norte.
Además de la intensificación de las deportaciones y la reubicación de los puntos de control, el Gobierno de Panamá también ha anunciado otras medidas para abordar la crisis migratoria en la selva del Darién. Una de ellas es la reducción de la estancia permitida para algunos turistas en el país, pasando de 90 a 15 días. Esta medida tiene como objetivo controlar la entrada de personas que podrían intentar cruzar la frontera como parte de flujos migratorios irregulares.
Otra medida importante anunciada es el aumento de los umbrales financieros para ingresar al país. Esto implica que las personas que deseen ingresar a Panamá deberán cumplir con ciertos requisitos económicos más estrictos. Esta medida se ha tomado como parte de los esfuerzos para regular el flujo de migrantes y garantizar que aquellos que ingresen tengan la capacidad de sostenerse durante su estadía en el país.
La funcionaria del Gobierno también destacó la construcción de espacios contiguos a los lugares de acogida, donde los migrantes puedan ser “contenidos”. Esta medida tiene como objetivo evitar que la presencia de migrantes afecte negativamente la vida diaria de las personas en las comunidades receptoras. Se espera que estos espacios proporcionen condiciones adecuadas para los migrantes mientras se tramitan sus solicitudes de asilo o se toman decisiones sobre su situación.
La crisis migratoria en la selva del Darién es un desafío complejo que requiere medidas drásticas por parte de las autoridades panameñas. Con la intensificación de las deportaciones, la reubicación de puntos de control, la modificación de las políticas de estancia para turistas y el aumento de los umbrales financieros, el Gobierno busca abordar esta crisis de manera efectiva y garantizar la seguridad y el bienestar tanto de los migrantes como de las comunidades locales.
En resumen, Panamá está tomando medidas enérgicas para enfrentar la crisis migratoria en la selva del Darién, una situación que ha generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional. Estas medidas incluyen la intensificación de las deportaciones, la reubicación de puntos de control, la modificación de políticas de ingreso y la construcción de espacios para albergar a los migrantes. El objetivo es controlar el flujo migratorio y garantizar la seguridad y la salud de las comunidades receptoras en la frontera entre Panamá y Colombia.