Panamá, 31 de octubre de 2023 – La ciudad de Panamá y sus alrededores continúan siendo el epicentro de protestas que han sacudido al país durante la última semana, marcando un hito en la historia de las manifestaciones en la nación centroamericana. Los manifestantes se han unido en rechazo a un controvertido contrato minero recientemente aprobado entre el gobierno panameño y la empresa minera canadiense First Quantum. El contrato permite a First Quantum extraer y vender cobre y otros minerales en una vasta zona boscosa al norte del país, con la posibilidad de una prórroga de 20 años adicionales.
Un Descontento que Resuena en las Calles
La historia de estas protestas se remonta al jueves 26 de octubre, cuando las primeras manifestaciones tomaron forma. Desde entonces, los manifestantes han cerrado avenidas, autopistas y carreteras en la capital y otras regiones del país, dejando en evidencia un rechazo masivo al contrato-ley.
Estas protestas han sido catalogadas como las más numerosas desde las que se llevaron a cabo contra la dictadura militar en la década de 1980, lo que refleja la profunda preocupación de la población panameña ante las implicaciones de este contrato minero. Los manifestantes alegan que la explotación minera en la zona boscosa tendría un impacto ambiental devastador, afectando gravemente la biodiversidad y el ecosistema local.
Un Gobierno en la Encrucijada
El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, respondió a la presión ciudadana anunciando la convocatoria de una consulta popular programada para el 17 de diciembre. Esta consulta permitirá a los panameños decidir si se deroga o no el contrato de la mina de cobre a cielo abierto, que se considera la más grande en Centroamérica.
El gobierno argumenta que este contrato minero es fundamental para la economía panameña y la creación de empleos. Señalan que la explotación de minerales es una fuente crucial de ingresos y que la continuidad de la concesión garantiza la estabilidad de puestos de trabajo en la región. Sin embargo, los manifestantes, respaldados por varios grupos ecologistas, cuestionan la verdadera viabilidad económica del proyecto y se preocupan por las posibles consecuencias negativas a largo plazo para el medio ambiente.
El Rol de las Redes Sociales en las Protestas
La fuerza de estas protestas no se ha limitado a las calles, ya que jóvenes activistas han utilizado las redes sociales para movilizar a una amplia base de seguidores. La velocidad con la que se ha propagado la información y la movilización a través de plataformas digitales ha sido impresionante. Los manifestantes han logrado organizar marchas masivas y acciones de protesta de manera eficiente, lo que ha mantenido la presión sobre el gobierno.
Un Contrato en el Centro de la Controversia
El contrato con First Quantum ha sido objeto de un intenso debate desde su aprobación por parte de los legisladores panameños. La filial de la empresa minera canadiense ha obtenido una prórroga que le permite continuar con la explotación minera en la región boscosa por dos décadas más. Esta extensión de 20 años ha sido el punto focal de las críticas de los manifestantes.
Además de la duración de la concesión, también se cuestiona la falta de salvaguardias ambientales y las posibles consecuencias negativas para las comunidades locales. Los defensores del contrato afirman que los beneficios económicos superan los posibles daños ambientales, mientras que sus detractores argumentan que el impacto a largo plazo en el entorno es demasiado grave para justificar los beneficios a corto plazo.
El Futuro de la Protesta
A medida que Panamá entra en su segunda semana de protestas, las miradas están puestas en la consulta popular programada para diciembre. La decisión de los panameños en esa votación determinará el destino de la mayor mina de cobre de Centroamérica y, posiblemente, establecerá un precedente para futuros proyectos de extracción de minerales en el país.
Mientras tanto, el descontento y la preocupación de los manifestantes siguen en aumento. Las manifestaciones pacíficas y las voces ciudadanas se mantienen fuertes en su llamado a la derogación del contrato minero con First Quantum, y el debate sobre el equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente en Panamá está lejos de llegar a su fin.
