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El estado de Maine se vio sacudido por una tragedia de proporciones inimaginables cuando un reservista del ejército desató una masacre en la ciudad de Lewiston. Este horrendo incidente comenzó en una bolera y luego se extendió a un bar, cobrándose la vida de 18 personas. La comunidad quedó en estado de shock mientras las autoridades se embarcaban en una intensa búsqueda del perpetrador, Robert Card, que finalmente fue encontrado sin vida con una herida de bala en la cabeza, poniendo fin a dos días de angustia.
El comisionado del Departamento de Seguridad Pública de Maine, Mike Sauschuck, informó que Robert Card fue hallado muerto en la localidad de Lisbon Falls, a unas 8 millas al sureste de la escena del segundo tiroteo. El cuerpo del sospechoso se encontraba en el interior de un camión de reciclaje en el aparcamiento de una planta industrial en la que había estado trabajando. Las autoridades no precisaron la hora de su fallecimiento, pero se confirmó que la causa de su muerte fue un disparo autoinfligido, aparentemente en la cabeza.
Este trágico suceso comenzó cuando Card abrió fuego en una bolera, donde numerosas personas disfrutaban de una tarde de diversión. El tiroteo dejó numerosas víctimas mortales y heridos, lo que desencadenó una respuesta inmediata de las fuerzas de seguridad. La situación empeoró cuando Card huyó del lugar y se dirigió a un bar cercano, donde continuó su ataque indiscriminado, dejando un rastro de destrucción y conmoción en su camino.
El saldo de esta tragedia se tradujo en 18 vidas perdidas y 13 personas heridas, lo que dejó a la comunidad de Lewiston y las ciudades colindantes en estado de alerta durante 48 horas. La magnitud de la violencia perpetrada por Card dejó a todos perplejos, y las autoridades se movilizaron con rapidez para tratar de dar con su paradero y poner fin a la amenaza que representaba.
El rifle de asalto que Card utilizó en su ataque fue encontrado en el interior del automóvil que presuntamente utilizó para escapar. El vehículo fue abandonado en un embarcadero de la vecina localidad de Lisbon. Esta arma, junto con la evidencia recopilada en la bolera y el bar, ayudaron a las autoridades a identificarlo como el autor de estos crímenes atroces.
Las autoridades se han mantenido herméticas en cuanto a los posibles motivos que llevaron a Robert Card a cometer estos actos violentos. Las investigaciones están en curso para tratar de arrojar luz sobre lo que llevó a este reservista del ejército a emprender una matanza de tal magnitud. La comunidad de Lewiston y sus alrededores se encuentran aún en estado de shock y luto, mientras intentan comprender lo ocurrido y encontrar consuelo en medio de la tragedia.
La noticia de la muerte de Robert Card ha traído un atisbo de cierre a esta dolorosa historia. Sin embargo, la cicatriz que esta tragedia ha dejado en la comunidad de Maine perdurará por mucho tiempo. La violencia indiscriminada y sin sentido que se desató en la bolera y el bar ha dejado a muchas familias destruidas y a una comunidad entera en duelo.
A medida que la investigación continúa, las autoridades esperan obtener más información que permita arrojar luz sobre los motivos de Card y prevenir futuros episodios de violencia similar. Al mismo tiempo, se brinda apoyo y recursos a las víctimas y sus familias, ya que el proceso de recuperación será largo y doloroso.
Esta trágica historia en Maine es un recordatorio escalofriante de la necesidad de abordar de manera efectiva la prevención de la violencia y el acceso a armas de fuego en la sociedad. A medida que la comunidad trata de sanar y reconstruir sus vidas, se espera que esta tragedia impulse conversaciones más profundas sobre la seguridad y el bienestar de la sociedad en su conjunto.
En este momento, el foco está en apoyar a las víctimas y sus familias mientras buscan sanar y encontrar un camino hacia la recuperación. La comunidad de Maine ha demostrado una gran fortaleza y solidaridad en medio de esta tragedia, y con el tiempo, esperan encontrar la paz y la sanación que tanto necesitan.
En conclusión, la tragedia que sacudió a Maine con el tiroteo en la bolera y el bar ha dejado una herida profunda en la comunidad. Aunque el autor de estos actos violentos, Robert Card, fue encontrado sin vida, el dolor y el impacto de esta tragedia perdurarán durante mucho tiempo. La prioridad en este momento es brindar apoyo a las víctimas y sus familias, así como continuar investigando los motivos detrás de estos actos incomprensibles.
